Estatua dedicada a Santa Eulalia en la Ciudad de Oviedo |
Si, así es, aquella niña, que con apenas 12 años sufrió toda clase de tormentos por defender a sus hermanos cristianos ante el prefecto Calpurnio de Emérita Augusta; aquella niña, a la que le hubiese bastado adorar a uno de los dioses romanos para salvar su vida; aquella niña, a la que ninguno de los tormentos a los que fue sometida le hicieron dejar de amar a su único Dios; aquella niña, que sufrió este martirio el 10 de diciembre de 304, es patrona de nuestra ciudad.
Fue en Mérida donde pronto le tuvieron devoción a la ya Santa Eulalia de Mérida, pero su relación con Asturias comienza en el S. VIII, cuando el Rey Silo, trajo para su Corte, en Santianes de Pravia, las reliquias de la Santa, siendo trasladadas posteriormente a la Iglesia de San Salvador de Oviedo por Alfonso II el Casto. Aquí, en la Santa Iglesia Catedral de Oviedo se siguen hoy custodiando las reliquias de la Santa de Emerita Augusta, en el arca de plata donde depositaron sus restos el Obispo Don Pelayo y Alfonso VI.
Iglesia de Santianes de Pravia- Prerrománica |
Declarada patrona del Obispado de Oviedo en 1639, y por tanto de Asturias, por el papa Urbano VIII, se le construyó una capilla en la Catedral de Oviedo bajo el mandato del obispo García Pedrejón, capilla que fue terminada en 1697.
Hasta el S. XIX se realizaron grandes festejos cada 10 de diciembre, por el aniversario de Santa Eulalia, pero estos fueron perdiendo fuerza en Oviedo en favor de los celebrados en honor a San Mateo. Concluida la Perdonanza por la festividad de la Santa Cruz, que siendo un 21 de septiembre gozaba de mejor climatología.