viernes, 30 de junio de 2017

Festividad de San Pedro. V Aniversario de la Cofradía de La Borriquilla.

 El mal tiempo dio una tregua y se pudo realizar la Procesión en San Pedro de los Arcos.

La Cofradía de la entrada de Jesús en Jerusalem tiene su sede canónica en San Pedro de los Arcos. Se fundó un día de San Pedro hizo ayer 5 años. Es pues la celebración del patrono de la centenaria parroquia del Otero ovetense un día muy especial para la benjamina de nuestras penitenciales.


Ayer cumplía su primer quinquenio de vida que celebró junto al resto de miembros de la parroquia. La celebración fue presidida por el Sr. Arzobispo de Oviedo y con celebrada por varios sacerdotes entre los que se encontraba el nuevo sacerdote adscrito a la parroquia de San Pedro, D. Alfonso Villabona Blanco.


En su homilía D. Jesús agradeció la presencia de los representantes de todas las penitenciales ovetenses, muestra de la fraternidad entre ellas, y volvió a destacar el papel fundamental que en la Piedad popular tienen en nuestros días las cofradías y hermandades. Además de los representantes de las cofradías penitenciales de la ciudad, a la celebración asistieron representantes de la muy antigua Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza de Oviedo, La Balesquida, así como de la Banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Piedad que desde sus inicios mantiene una relación de hermandad con la Cofradía de la Borriquilla y cuyo banderín acompañaba al de la penitencial en el presbiterio.


Una jornada de fiesta en la que la Cofradía entregaba las medallas a los nuevos cofrades, donde la protagonista fue la más pequeña de ellos que mantuvo una " discusión" con el Sr. Arzobispo a la hora de ponerse su medalla.

En este día de fiesta la Cofradía de la Borriquilla entregó el premio a la ganadora del II Concurso infantil de dibujo de Semana Santa e inauguró la exposición de fotos que con motivo de este V Aniversario puede visitarse en el atrio de la iglesia de San Pedro de los Arcos.



Tras la procesión por los alrededores del templo , fieles, cofrades y amigos se desplazaron a los salones parroquiales ( un tiempo casi invernal no invitaba a otra cosa) para compartir sidra y bollo preñado y poner fin a la celebración de San Pedro en Oviedo.