jueves, 23 de agosto de 2012

La Fábrica de Armas de La Vega y la Cofradía del Silencio (I)


La Fabrica de Armas de la Vega cierra sus instalaciones de Oviedo.



Anunciado el cierre en abril se ha certificado hace apenas un mes, atrás quedaron las promesas políticas y las protestas de sus trabajadores que se verán trasladados a Trubia.


Me propuse escribir de su historia, ya que esta fábrica tan carbayona tuvo una importancia vital en el impulso de la Semana Santa ovetense. Pero sabía que mucho mejor que yo lo podría contar D. Rafael García Álvarez, ex- Abad de la Cofradía del Silencio y Santa Cruz de Oviedo y trabajador de La Vega.

Dicho y hecho, hoy os muestro la primera entrega de varias que poco a poco iran desgranando la relación de la fábrica con la Semana Santa de Oviedo y más concretamente con la Cofradía del Silencio y Santa Cruz.


La Fábrica de Armas de la Vega y la Cofradía del Silencio (I)
Por Rafael García Álvarez
Trabajador de la Fábrica de Armas y ex-abad de la cofradía del Silencio y Santa Cruz.

Asistimos estos días, tristes, impotentes y decepcionados, al penúltimo expolio al que está siendo sometida la ciudad de Oviedo, el cierre de la Fábrica de Armas  de la Vega, la actividad fabril más antigua de la ciudad. 
Ahora, tarde mal y nunca, los periódicos se hacen eco de mil y un anécdotas alrededor de la Fábrica, nos dicen cuando y como se fundó, quienes ocupaban el lugar antes, lo  que allí se  fabricó, para qué y para quién…
Sin embargo pocos son los que saben o recuerdan que la Fábrica de Armas tuvo un papel importantísimo, casi decisivo, en el devenir de la Semana Santa Ovetense, impulsando la creación de la Cofradía del Silencio. 

Esta podría ser la historia...

De cómo empezó todo…

La Cofradía del Silencio, se funda en Santa Mª la Real de la Corte a instancias del Coronel-Director de  la Fábrica de Armas de Oviedo, con el  apoyo de los párrocos de D. Eduardo Martín Valcárcel y posteriormente D. Argimiro Llamas. Dando muestras, así, del significativo apoyo institucional que desde el inicio tuvo la Fábrica de Armas para con la incipiente Semana Santa ovetense. 

Para entender el motivo de esa iniciativa y de esa estrecha y, en años venideros, importantísima colaboración es necesario tener en cuenta que el recinto fabril estaba, y está, dentro de los límites de la parroquia de la Corte y que, en aquellas fechas, recién terminada la guerra, la Fabrica pertenecía al cuerpo de Artillería y era, por tanto, una instalación militar dirigida por militares. Los mismos militares que, en el estado español, trataban de sentar las bases del nacional-catolicismo.  

Se tienen noticias fehacientes desde 1941 de la participación del Coronel- Director, Oficiales y jefes del “establecimiento” (como entonces se denominaba internamente a la Fábrica de Armas) en los primeros pasos de la  Procesión del Santo Entierro de Cristo que organizaba la parroquia de San Isidoro el Real, a la cual asistían todas las parroquias  de Oviedo y la corporación municipal con el Alcalde a la cabeza. A esta primera procesión, del 11 de abril de 1941,  la Parroquia de la Corte acudió con el paso del Calvario de las reverendas madres de la Visitación de María, popularmente conocidas en Oviedo como “Las Salesas”. El paso llevado por los feligreses de la parroquia iba escoltado por la Escuadra de Gastadores de la Escuela de aprendices de la Fábrica con sus armas a la funerala e iba acompañado musicalmente por la banda de cornetas y tambores de esta misma escuela.


Podría sorprender la importante y numerosa presencia, en esta primera procesión, de los alumnos de la escuela de Formación Profesional Obrera, los famosos “aprendices” de la Fábrica, sin embargo es necesario reseñar que los aprendices estaban militarizados y que, sin duda, estarían obligados a acudir. De la misma manera que, también, estaban obligados a ir a misa...
El coronel-director en Orden del martes 27 de enero de 1942 dice: “En lo sucesivo el jefe de Estudios de la Escuela de Formación Profesional Obrera dispondrá lo conveniente para que todos los alumnos asistan formados a la misa los días festivos acudiendo a la de 11 en la iglesia parroquial de la Corte y dándome cuenta de las faltas de asistencia todos los lunes.” 
Por aquel entonces en la Escuela de aprendices se cursaban cuatro años y en cada curso había del orden de entre 40 y 45 alumnos. Todos ellos comprendidos entre los catorce y los dieciocho años.

De la inicial implicación del Director de la Fábrica de Armas para con la recién recuperada Semana Santa ovetense da muestras la  Orden interna de la Fabrica  del día 31 de Marzo de 1942 en la que, en su artículo 3º, el Coronel-Director comunica lo siguiente: “Siendo el día 3 del próximo mes la Festividad de Viernes Santo, a las 7 de la tarde saldrá de la iglesia de San Isidoro la procesión del Santo Entierro a la que acudirá el Ayuntamiento en corporación con las autoridades Militares y Civiles de la localidad é invitado a dicho acto se publica para conocimiento general, acompañándome todos los Sres., Jefes y Oficiales del Establecimiento a la citada procesión, debiendo estar en la Casa Consistorial, con media hora de anticipación”.

Otra  buena muestra de ese apoyo, dirigido a colaborar con la parroquia y a potenciar la Semana Santa, la da el hecho de que el 21 de Abril de 1943, Miércoles Santo a las seis de la tarde, en las instalaciones de la  Fábrica de Armas de la Vega tuviera lugar la bendición del paso conocido como la Oración del Huerto. Al acto acudieron varias personalidades eclesiásticas, como el ilustre capitular don Rufino Trúebano, a la sazón, presidente de la Junta para la recuperación de la Semana Santa de Oviedo y responsable de la adquisición de las imágenes que con “Las primeras pesetas que logró recaudar, las invirtió en la adquisición del paso de la Oración en el Huerto”. También acudió el cura párroco de Santa María la Real de la Corte, don Eduardo Martínez Valcárcel. Al frente de las cuales se hallaba el obispo de la diócesis monseñor Arce Ochotorena revestido de pontifical. Además concurrieron el Coronel-Director de la Fábrica de Armas, don José María Fernández-Ladreda y Menéndez-Valdés y otras autoridades fabriles y municipales.  Presencia destacada fue la del propio autor de la obra, el escultor catalán Innocenci Soriano-Monteagut Ferre. 
Dos días más tarde, en la noche del Viernes Santo, acompañando al Calvario de las Salesas, de la mano de la feligresía de la Corte, la Oración en el Huerto procesionó, con gran éxito, por las principales calles de Oviedo. 

Grupo escultórico de la Oración en el Huerto junto a su autor, Inocencio Soriano Montagut.
Esto nos hace pensar que el trono sobre el que realizó el cortejo ya tenía que estar hecho con la suficiente antelación  y almacenado en algún lugar adecuado a la espera de las imágenes que, naturalmente, habrían llegado a Oviedo en fechas anteriores. Tampoco podemos olvidar que el tamaño y el peso del conjunto eran considerables y aunque el trono tenia ruedas, era necesaria la colaboración de  un número importante de personas para llevarlo, sobre todo si tenemos en cuenta que para llegar a la iglesia de la Corte desde la Fabrica era necesario subir la Cuesta de la Noceda (Martínez Vigil). Todo ello, sin duda,  nos hace volver la vista hacia los jefes, obreros y aprendices de la Fábrica con su director al frente y, naturalmente, también hacia sus  instalaciones.

A partir del año 1945, en la Semana Santa ovetense, se produce un cambio de modelo de procesión y surgen cortejos individuales que, organizados por cofradías o grupos parroquiales, empiezan a salir a las calles en los distintos días de la Semana de Pasión. Así las cosas, la parroquia de la Corte y la Fabrica de la Vega, cuyo director es, en ese momento, el coronel D. Rafael del Castillo, organizarán a partir de entonces, y ya solamente con la Oración en el Huerto, la Procesión del Silencio. Durante los años siguientes la Procesión del Silencio transitó por las calles principales de Oviedo en la tarde-noche del Jueves Santo. 

Sin embargo, llegados a este punto, podemos hacernos la siguiente pregunta ¿lo hacía ya como Cofradía del Silencio?… 
Lo sorprendente de la respuesta es que, a mi parecer, todavía no y lo que es más sorprendente aun habrían de pasar unos años antes de que lo fuese.

En 1952 llega a la dirección de la Fábrica el coronel D. Antonio Uria Riu, quien durante años fue jefe de fabricación del Establecimiento, y del que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que fue quien dio el impulso definitivo para la creación de la Cofradía del Silencio.

En la actualidad se conserva un único documento, aparecido en la parroquia de la Corte, en el que, escrito a máquina y papel de calco azul (lo que nos hace pensar en, al menos, un par de copias), se desarrolla en 16 artículos la propuesta de “Constitución de la Cofradía……....” (Es de destacar que aun no cita nombre) y que firmado por un tal Peñarroya, está fechado con la inscripción…   

“Iniciado en Oviedo, Domingo de Resurrección de 1953”. 

Este documento, en su primer artículo, dice que “En la iglesia parroquial de Santa Mª la real de la Corte, de Oviedo, se establece canónicamente una piadosa hermandad, con la denominación de “Cofradía de…………” (Continúa sin citar nombre) con el fin de…” etc., etc.
En su segundo artículo indica que “Forman la base de esta Hermandad, los Sres. Jefes y personal de la Fábrica de Armas, y los feligreses de la mencionada parroquia de la Corte.”

En el artículo catorce recoge que “La comisión entregará a la J. Directiva electa un avance de las condiciones de los hábitos, y de la forma del distintivo, con los proyectos que hubiera recibido, para que sea la junta quien dé el fallo” (No solo no hay nombre además parece que tampoco hay escudo ni hábitos).  

En su último artículo el documento señala que “El Rvd. Sr. Cura de la parroquia de la Corte, y el Ilmo. Sr. Director de la Fábrica de Armas, serán enterados de los pasos dados para la constitución de esta Hermandad, para su conocimiento, y ser estimado su consejo”.

Evidentemente este documento nos deja varias certezas, una es que  la procesión del Silencio ya existía, puesto que el mismo documento en el apartado de DEBERES DE LOS COFRADES en su artículo 7º dice “Asistir con el hábito a la Procesión del Silencio, que en la tarde del Jueves Santo, sale del templo parroquial”.
La otra certeza y la más importante  es que, sin lugar a ninguna duda, en 1953, estaríamos ante la creación de la Cofradía del Silencio, puesto que en la Fábrica de Armas nunca hubo otra cofradía ni antes ni después de la del Silencio.

Así las cosas, si en 1953 la Cofradía del Silencio todavía no existía como tal, son numerosas las preguntas que se nos plantean ¿Hasta entonces cómo salía la Corte en la procesión? ¿Salía de la Corte o de la Fábrica? ¿Ya tenían hábitos? ¿Existía, acaso, otra cofradía en la Corte?

Probablemente, durante los años que van desde 1945 a 1953, pudo existir en la Corte un grupo parroquial que, en torno a la imagen del Jesús Orante de la Oración en el Huerto, y  siempre con la necesaria e imprescindible colaboración de la Fábrica de armas, se habría encargado de sacar la Procesión del Silencio. Un grupo parroquial que, quizás, sin haberse constituido formalmente en cofradía, podría haber tenido estructura de cofradía  y el hermoso nombre de… “Cofradía de El Buen Jesús”.                                                                                                                                 
                                                                                                                                        Continuará…