Yo personalmente me enteré por un mensaje de mi amigo Rafael García, último Abad de la Cofradía del Silencio y Santa Cruz, que consternado me comunicaba la muerte de , para él y para aquel que lo había tratado un poco, una de las mejores personas de la Cofradía del Silencio y amigo personal.
Luis Miguel, más conocido por "El Marqués", no era una de esas personas de "primera fila" pero si un gran trabajador por y para la cofradía, alma del grupo de montaje y trabajador incansable junto a sus hijos, a los que ha sabido transmitir el amor por el paso de la Santa Cruz, su Cruz, del que siempre ha sido bracero asi como por el Santo Cristo Flagelado y María Santísima de la Amargura.
Ayer recordaba un artículo que hace un tiempo me había enviado Alfredo García Portero para que lo publicase en el Blog. Santo Cristo Flagelado: el presente recordando el pasado, este era el título del artículo que aguardaba ser publicado en la época estival, cuando las noticias disminuyen. Pero ayer decidí publicarlo hoy como homenaje a Luis Miguel, ya que en él Alfredo habla del trabajo de carpintería realizado para que el paso del Cristo Flagelado recuperase el explendor de antaño.
Santo Cristo Flagelado: el presente recordando el pasado
Desde que se refunda la Cofradía del Silencio y Santa Cruz de Oviedo, se decide que uno de sus titulares sea el Santo Cristo Flagelado, para poder sacarlo nuevamente a las calles de nuestra ciudad, era necesario tener un trono, se logra este propósito, con el duro trabajo y el esfuerzo de los Seises de aquel momento, José Luis Prieto Muñoz (Prieto), y de Miguel Ángel Fernández García (Miguelín). Como la Cofradía empezó a crecer muy rápido, el trono que inicialmente era el destinado al Santo Cristo Flagelado, pasa a ser del otro titular, la Santa Cruz; con lo cual, se necesitaba un nuevo trono, realizado por los Seises anteriormente citados.
Desde hace algún tiempo, nace la idea de sacar al Santo Cristo Flagelado a las calles de nuestra querida Vetusta, lo más parecido a como lo hacía primitivamente. Se empieza este proyecto, con la idea y donación de una peana, del hoy en día Abad Honorario Miguel Ángel Blanco. Posteriormente se le cambia la cuerda o soga a una dorada, sustituyendo la que tenía, por estar muy deteriorada. La colocación de las potencias, las cuales, ya lucía esta imagen anteriormente. Estos cambios, se producen en la Abadía de Rafael García Álvarez, cuestión que ya posee un artículo en este blog.
Pero para culminar este proyecto de retrotraernos al pasado, quedaba el trabajo de adquisición de unos faroles, tal cual se ve en las fotos antiguas, que tiene la Cofradía en su WEB, eran ocho faroles, cuatro para el trono más grandes, y otros cuatro más pequeños en la peana. La Junta de Seises, y más si cabe el Seise del Paso del Santo Cristo Flagelado, quería algo distinto, no los convencionales plateados o dorados. Tras proponer este proyecto a los hermanos de la Cofradía Miguel y Juan, más conocidos como "Los Marqueses", se pusieron manos a la obra. Dedicaron muchas horas y muchos días, para que estuviesen a tiempo, y así culminar el proyecto que se tenía en mente, de ahora en presente, recordar el pasado del titular de esta Cofradía.
Desde este artículo, quiero agradecer públicamente, y creo que hablo en nombre de muchos hermanos/as, y gente de la Cofradía del Silencio y la Santa Cruz de Oviedo, a "Los Marqueses". A parte de la amistad que me une a ellos, y las excelentes personas que son, siempre están trabajando por el bien de esta Cofradía, emplean mucho tiempo, esfuerzo, trabajo, y dedicación a la misma.
En mi nombre quiero decirles:
MUCHAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN
Alfredo García Portero.
Es una de las últimas imágenes que tengo de Luis Miguel. Portando junto a uno de sus hijos el Santísimo Cristo de la Piedad en la Exaltación de la Santa Cruz el año pasado. Este año sus problemas de salud le impidieron estar en la Semana Santa en Santa María la Real de la Corte donde tenía una cita, como desde hace mas de diez años, con la Santa Cruz.
Esperando que goce ya de la presencia del Altísimo descanse en la paz de Jesús Resucitado.