Tras una semana de tiempo muy malo el Sábado Santo amaneció despejado, soleado. Ni el astro rey quería perderse a la Señora de Oviedo por sus calles.
Y así a las 10:00 de la mañana asomaba por la puerta de San Isidoro los primeros faroles acompañando a la Cruz de guía de la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores.
Tras ellos la Cruz procesional del Dean Payarinos y estandartes. Se estrenaba en la calle el nuevo banderín conmemorativo del patronazgo del Beato Juan Pablo II , bordado en oro sobre terciopelo negro con los escudos papal y de la cofradía y la leyenda en latín de la fecha de la concesión del citado patronazgo. Como remate la réplica en plata de la imagen del Beato que desde el pasado año se venera en San Isidoro.
Y a partir de ahí todo el cortejo que acompañó a la Señora de Oviedo en su Soledad por las calles de Oviedo. Las inconfundibles "manolas", el Cuerpo de Bomberos (algún día explicaré el por qué de su presencia escoltando a la Soledad de San Isidoro), las penitenciales ovetenses (con la excepción de la Hermandad de Los Estudiantes) y la hermana de La Soledad Avilés y acompañando con sus marchas la Banda de música Ciudad de Oviedo con el Maestro Vigil al frente.
Este es el reportaje de ese día, como ya dije antes de lo mejorcito de la Semana Santa del 2013, en lo climatológico.