Y se acabará convirtiendo en un clásico de nuestra Semana Santa.
La Banda de la Unión Musical del Principado acompañaba a María Santísima de la Amargura por segundo año consecutivo y como en su primer año, cuando la Dolorosa de la Cofradía del Silencio y Santa Cruz de Oviedo atravesaba el Arco de San Vicente (cuna de Oviedo) sonaban los primeros compases de la magistral marcha de Abel Moreno.
Y todo gracias a dos factores:
Primero a la impagable labor del maestro Jesús Alberto Alonso Pacheco y su Joven Banda. El maestro por su buen hacer y su cariño hacia la Semana Santa de Oviedo, para la que ya ha compuesto 14 marchas (14) y que en esta Cuaresma serán 18 con las 4 nuevas que presentará en sus conciertos y al trabajo de la banda por su dedicación.
Y segundo a la Cofradía del Silencio por apostar por los que trabajan durante todo el año preparando las marchas con las que acompañarán a los pasos en la procesión, marchas que no tendrían sentido en otro lugar diferente al de una procesión. Lo fácil hubiese sido conseguir una de las bandas municipales ( fácil porque son "gratis") pero la Cofradía del Silencio, como la del Nazareno, La Borriquilla o los Estudiantes confían las mecidas de sus pasos a las formaciones musicales que preparan un repertorio de marchas de Semana Santa para ello como son la Agrupación Musical San Salvador la Banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Piedad o la que hoy nos ocupa la Banda de la Unión Musical del Principado que aunque no sea "exclusivamente" de Semana Santa su repertorio, la dedicación de su Director a nuestra Semana Santa es innegable.
Gracias a eso disfrutamos de momentos como éste: