En la madrugada del Viernes Santo el cielo se despejaba y la Luna de Nissan, que anuncia todos los Viernes Santos, alumbraba la salida de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia.
Era, junto con los nuevos candelabros del paso, la única luz que iluminaba la fría noche de Jueves Santo a Viernes Santo, las luces del alumbrado público se habían apagado creando un ambiente especial, aunque como aficionado a la fotografía me supuso un pequeño problema.
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| La Sentencia se decide a salir ante la mirada de Valdés Salas al fondo. |
El paso se colocó en la puerta de la Universidad para el primer reto, salir de rodillas. De esa forma se libraban las potencias del Cristo, pero hubo que quitar parte de las columnas romanas para poder salir, concretamente el remate con el águila imperial.
Una vez en la calle San Francisco y a los sones de La Saeta el paso de misterio iba avanzando lentamente hasta la cita en la Plaza de la Constitución. Allí sería leída la Sentencia desde el balcón del Ayuntamiento. Si bien antes los costaleros viraron el paso cara a San Isidoro, sede de la Cofradía del Santo Entierro y nuestra Señora de los Dolores, para realizar uno de sus habituales saludos
La oscuridad de la noche permitía captar imágenes curiosas a la luz de las velas.
En la Plaza de la Constitución, donde se leería su sentencia a muerte.
Y aquí dejamos hoy el reportaje para no llenarlo de fotos, esta semana terminaré de colgar las imágenes de esta "madrugá" de la Hermandad de los Estudiantes.
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